Mi abuela María Isabel tiene 72 años, es de estatura media, pelo negro y rizado, muy carismática, graciosa, amable y generosa.
Ha querido hacer esta receta en reconocimiento a su madre y que pasó a ser una traición familiar, ya que mi bisabuela las hacía a menudo y ¡muy bien!.
Resultó ser un manjar de acompañamiento a otras comidas, además de ser un plato delicioso y económico.
CROQUETAS DE HUEVO
Para 2 personas aproximadamente se cuecen 2 huevos. Se tienen cociendo de 12 a 15 minutos, se dejan enfriar en agua fría unos 20 minutos. Se coge el huevo y se corta por igual en cuadradillos pequeños y se ponen en un plato.
Luego se corta cebolla en cuadraditos, una media cebolla y un diente de ajo cortadito en trocitos pequeñitos.
Luego se pone a fuego lento una sartén mediana, se le echan 3 cucharadas de aceite de oliva.
Luego se mezcla todo y se hace la masa, la haría se le añade, unas tres o cuatro cucharadas en la sartén para hace la bechamel con aproximadamente un poco más de medio vaso de leche y se le añade sal y a gusto de cada cual lo condimenta con pimienta blanca y anís verde. Se coge un plato llano para poner la masa, se deja enfriar unas 2 horas en la nevera.
Luego se pone pan rallado en un plato y otro con huevo y se moldea con dos cucharas para formar la croqueta. Se unta la croqueta en pan rallado y se fríen con abundante aceite de oliva, sin que se quemen, quedando doraditas.
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