domingo, 24 de abril de 2016

LA COCINA DEL QUIJOTE: Flores de sartén.

“Todo lo miraba Sancho Panza, y todo lo contemplaba, y de todo se aficionaba: primero le cautivaron y rindieron el deseo las ollas, de quién él tomara de bonísima gana un mediano puchero; luego le aficionaron la voluntad los zaques; y últimamente, las frutas de sartén, si es que se podían llamar sartenes las tan orondas calderas”. (Capítulo XX. Parte II)

En los Coloquios Satíricos de Torquemada también se citan estos dulces:

“… es cosa de ver los platillos, los potages, las frutas en sartén, las tortadas, en que van mezcladas cien cosas tan diferentes las unas de las otras que la diversidad y contrariedad dellas las haze que en nuestro estómago estén peleando para la digistión”.

El Diccionario de Autoridades dice de este postre que es «Pasta de harina, a que se suele añadir huevos y azúcar, hecha en diferentes figuras, y frita después en manteca o azeite»
Como bien dice el Diccionario de Autoridades a esta masa se le puede dar diferente forma y ello conlleva que se le dé también diferente nombre. 

Decimos que por fruta de sartén se entendía todo género de masa frita, endulzada preferentemente con miel y, en ocasiones, con azúcar. La masa frita era con seguridad, después de la quínola y otros juegos de naipes, el vicio más arraigado entre los españoles coetáneos de Cervantes. Prueba de lo mucho que se la estimaba es que, cuando de una persona se quería ponderar su bondad y dulzura, se decía figuradamente que era « de buena masa ». De esta guisa muestra don Quijote su acaramelamiento exclusivo por Dulcinea, comparándose con dulce masa :

"…que para sola Dulcinea soy de masa y de alfeñique, y para todas las demás soy de pedernal ; para ella soy miel y para vosotras acíbar".
(Parte II, Cap. XLIV)

De aquellas famosas frutillas de sartén, dos variedades han sobrevivido al paso del tiempo para llegar lozanas a nuestros días : los buñuelos y los churros.

Algunas variantes de estas frutas de sartén son las flores, para conocer su elaboración vamos a seguir la receta de los abuelos de Lucía Almazán 3ºC.





Otra de sus variantes son las hojuelas y os mostramos la receta de la madre de la profesora Ana Acebes. 








 “–Esto me parece argado sobre argado, y no miel sobre hojuelas”. (Capítulo LXIX. Parte II)

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