“Responde en buen hora —dijo don Quijote—, Sancho, amigo, que yo no estoy para dar migas a un gato según traigo alborotado y trastornado el juicio”. (Capítulo LXVI. Parte II)
“Qué de migas, qué de natas, qué de guirnaldas y qué de zarandajas pastoriles, que, puesto que no me granjeen fama de discreto, no dejarán de granjearme la de ingenioso!” (Capítulo LXVII. Parte II)
MIGAS MANCHEGAS
INGREDIENTES
- Un pan blanco del día anterior.
- 4 lonchas de panceta fresca.
- Sal.
- Una cabeza de ajos.
- Medio vaso de aceite de oliva.
- 4 sardinas frescas.
- 3 pimientos secos.
- Uvas de vendimia.
PREPARACIÓN
La noche antes, cortamos el pan en dados pequeños; lo humedecemos ligeramente en una cazuela de barro. Tapamos el recipiente con un paño de algodón, también humedecido.
Reservamos la cazuela en lugar fresco. Al día siguiente troceamos la pancita y sazonamos al gusto; reservamos.
Calentamos el aceite a fuego suave en una sartén de hierro honda. Cuando empiece a humear, freímos la pancita hasta que se dore por todas partes. La retiramos con ayuda de la espumadera y reservamos al calor. En la misma cazuela freímos los ajos partidos por la mitad, con su piel, para que no se abran.
Sazonamos y añadimos el pan con un poco de agua.
Cocinamos, sin dejar de remover, hasta que los dados de pan se doren. Servimos las migas, en platos individuales, con la siguiente guarnición: La panceta reservada, las sardinas fritas, los pimientos fritos y troceados, sin semillas y las uvas lavadas.
“QUIEN BIEN COME EL PAN NO HA MENESTER MANJAR”
¡Qué lujo de abuelos!
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